Un año más la hermandad del Remedio de Ánimas nos vuelve a sorprender con un montaje de cultos que no deja indiferente a nadie. En el besapiés en honor de su titular, en conmeración por el "475 aniversario fundacional", podemos encontrarnos con una monumental representación, en donde en primer plano, observamos un retablo que viene a simbolizar nuestra propia muerte, a través de la cual, accediendo por la puerta central, nos encontraríamos cara a cara, y en segundo y más importante plano con la vida, con la salvación, que no es otra que la imagen del Stmo Cristo y de su bendita madre. Un año más felicitar desde estas líneas a la priostía de esta Hermandad, que año a año se esfuerzan en ofrecernos una catequesis plástica que como muy pocas hermandadades saben hacerlo.
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