Y finalizamos la jornada del Sabado Santo con una de las dolorosas más personales que procesionan por las calles de Sevilla, con la Virgen de la Soledad, que nos viene desde la bendita plaza de San Lorenzo, aquella donde cuentan que vive "Dios". La imagen procesiona sola... pero ¿Y que más le hace falta? Ella es capaz de llenar la Soledad del aire que la acaricia cada Sabado Santo cuando se planta en las calles de su Ciudad. La imagen no necesita nada mas que eso, Silencio y Soledad... porque aunque ahora llores desconsolada por perder al bendito fruto de tus entrañas, presientes, que y al tercer día, allá por Santa Marina, tus lágrimas de dolor se tornaran en lágrimas de Alegría al ver a tu Santo Hijo Resucitado...
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