Eran la 7 h de la tarde en punto cuando se ponía en la calle la cruz de guía de la hermandad. Han pasado casi más de 40 años desde la última vez que la imágen procesionó, y el pueblo de Córdoba se echó a las calles para ver a la Virgen. Eran numerosos los estrenos que presentaban, tales como la cruz de guía y faroles que abrían el cortejo, la peana, las jarras, los candelabros arbóreos, los faroles de la parihuela y el baquetón del paso procesional. De una manera muy sobria, recorrió las calles de la feligresía, dirigiendose hacia la iglesia hospital de Jesús Nazareno, donde se realizó una ofrenda floral ante la tumba del padre Cristobal. El cortejo estuvo compuesto por gran cantidad de representaciones de otras hermandad de gloria y penitencia, en el que como curiosidad, tambien había un representación de la Hermandad del Santo Entierro de Sevilla, debido al hermanamiento entre las dos cofradías, ya que coinciden en nombre las titulares marianas de ambas. El acompañamiento musical, corrió a cargo de la banda de Música de Mª Stma de la Esperanza, que fue desgranando un bello y cuidado repertorio musical, que puso la nota sobria a la jornada. Así, después de muchos años, el tiempo permitió que Córdoba, recuperase una de sus glorias mas personales.
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